👹Dos cuernos al diablo

Primero que nada, buenos días. Y segundo, los tigres.

Nunca había entendido por qué se llama torneo de apertura si empieza en la segunda mitad del año, y al que empieza en enero le llamamos clausura… Pero me metí a investigar y resulta que si tiene una razón. No es nada tan surreal como podríamos esperar de un torneo mexicano. 

Pues resulta que es porque hay algo llamado el “ciclo futbolístico”, y en la mayor parte del mundo, este empieza en julio y termina en junio. Y al parecer no estamos solos en esto.

Países como Costa Rica, El Salvador, y Guatemala, entre otros lo hacen igual, pero otros como Argentina, Colombia, y Panamá si los tienen al revesados (o al derechados pues). 

En fin, ¿quién tiene la razón? Lo que sí podemos saber es que Toluca es el campeón del Apertura 2025 (o sea el que cierra el año), y que el Clausura 2026 (o sea el que inicia el año), arrancará el 9 de enero. 

Pesó más la localía que la ventaja. Tigres llegó al Estado de México con una ventaja global de 1-0, y rápido aumentó su ventaja con gol de Gorriarán al 14’. Poniendo el 1-0 de los 90 minutos y un 2 a 0 global. 

Sin embargo, el Toluca vendría de atrás, empatando el partido a 1 al minuto 40 con un golazo de Helinho (1-2 global) y dando la vuelta juego al volver del medio tiempo con gol de Paulinho al 52’ empatando, ahora sí, el marcador global.  

Estamos hablando de una final, entonces no hay más reglas de desempate guajiras que el que gane o muera. Y qué bueno, porque era difícil encontrar mucha diferencia entre estos dos equipos. En la temporada y a lo largo de lo que terminaron siendo casi tres horas de juego, Tigres y Diablos estuvieron al tu por tu. El primero de la liga (Toluca), contra el segundo general (Tigres). La mejor defensa (Tigres), contra el mejor ataque (Toluca), e incluso el segundo mejor ataque (Tigres), contra la segunda mejor defensa (Toluca). Todo así, parejísimo. 

Por lo que lo que siguió a los tres primeros goles de los 90 minutos de regulación, fueron 38 minutos de drama, pero no más gol. Así nos fuimos a los siguientes 30 del agregado, donde los pulmones ya no daban, pero nadie se vio bajar la guardia. Sonó el silbato a los 120 y el marcador se quedó parejo. 

Lo que siguió, fue una de las rondas de penales más intensas que me ha tocado ver. Tigres empezó fallando, pero al tercer o cuarto tiro, Toluca falló también. Y así pasaron los diez jugadores de cada equipo y sus respectivos porteros a tirar y aún no había campeón. 9-8 fue el resultado final de la ronda de penales. 

Finalmente fueron tres atajadas de Luis García que mantuvieron al diablo con vida. La última fue en el primer tiro de la segunda vuelta de muerte súbita, dando paso para que Alexis Vega se consagrara como el héroe de la noche. Un cañonazo a la esquina inferior derecha dio a Toluca  su décimo segundo campeonato, empatando a Chivas como el segundo equipo más ganador de la liga, y apenas el quinto bicampeón. 

¿Qué sigue?

Pues nada. Ya era la final. ¿Ya 120 minutos y penales no fueron suficientes?

¿Pero que aprendimos pues?

Entre otras cosas, que Alexis Vega quiere jugar en el mundial. Se rumoreaba que no volvía a tiempo de su lesión, pero se le reactivó “en caso de emergencia”. Entró al 80’, quizá buscando el campeonato en los últimos diez minutos. No llegó. ¿Tal vez en los 30 agregados? Tampoco. Pero llegaron los penales y no falló. Anotó no una, sino dos veces. El primero de la ronda, y el último de la muerte súbita. Con cabeza fría y ejecución impecable. Si el momento se diera en el mundial, ¿a quién más pondrías tú a cobrar el penal? 

El partido que podía decidirlo todo, no decidió nada. Después de ir 21-0 abajo, Josh Allen apretó los dientes y alcanzó, dándole la primera vuelta al partido para ponerlo 28-24. “MVP,” dijimos todos. 

Pero Drake Maye respondió de inmediato. No con su brazo, si no con sus… piernas. El touchdown se lo llevó su corredor, Henderson, en una carrera de 65 yardas que en cualquier otra situación hubiera sido mucho mérito para él. Pero aún con su paciencia detrás de la línea y un cutback oportuno, las luces se las llevó Maye, que arrancó a mil por hora para liderar el bloqueo que le permitió a Henderson encontrar 6 puntos del otro lado de la dirección original de su carrera. Jugada que no se reflejará en sus estadísticas, pero seguirá ayudando a su caso para el mayor premio individual de la liga. Así el juego se pondría 31-28 favor Pats en el cuarto cuarto. 

Sin embargo, Bills se llevó el partido, anotando una vez más y aguantando el resto del cuarto para terminar 35-31 y regalándonos a todos los fans un juego que se narraría mejor en un corrido. 

¿Qué significa esto para la temporada? 

Pues mucho y nada. O sea, con una victoria, los pats aseguraban su campeonato en la AFC East y un lugar en los playoffs. Aunque los dos equipos se encuentran con un 99% de probabilidades de seguir con vida hasta las últimas consecuencias, el liderato de la división puede hacer la diferencia y premiar a uno de los dos con un descanso en la primera semana. Con esta victoria, los Bills se ponen 10-4, contra el 11-3 de los Pats, y ambos 1-1 frente a frente en temporada regular.  

Por otro lado, Allen y Maye siguen peleando por fortalecer su caso como MVPs de la temporada. Una hipotética victoria de Pats los hubiera puesto 2-0 en enfrentamientos en la temporada, dando fin quizá a los sueños de Allen de defender su título. Sin embargo, al empatarse frente a frente, la carrera entre los dos solo se aprieta más. 

Peeeeeero, por más que se den con todo, la punta aún se la queda Matt Stafford, que a sus 37 años está jugando el mejor Fútbol de su vida que le dio un partidazo contra su ex-equipo para asegurar el lugar de los Rams en playoffs. Entonces tenemos por un lado a un bebé de 23 años, por otro a un QB consolidad jugando en su prime, y al frente de todos a un viejito que no se quiere sentar. ¿Quién se llevará el premio? Pues esta semana no nos dió la respuesta. Nada más complicó más la pregunta. 

En otros tiempos, tu QB se sentaba al mando mientras los demás se ensuciaban las manos por él. Hoy en día, para liderar a un equipo se necesita más que eso. Ahora tu QB tiene que jugársela también. Poner el físico en la línea y entrarle a los trancazos. Lo hizo Mahomes (en otras temporadas, no en esta), lo hace cada semana Allen, y lo hace ahora también Maye. 

La nueva escuela de QBs es aferrada, y como fan, no podría pedir nada mejor. 

Y antes de que me digan, “Si, pero Stafford le va ganando a estos dos.” Aja, de acuerdo, Stafford sería de los pocos que quedan de la “vieja escuela”, y la sigue rompiendo, a diferencia de Rodgers (y bueno… lo de Phillip Rivers que aún no sé cómo me hace sentir), pero me gustaría recordarles quién ha sido Matt Stafford desde el día uno. 

La cantidad de tiempo que pasó desde la última vez que Phillip Rivers lanzó un TD y ayer, cuando conectó un TD más, encontrando a Josh Down para 7 yardas y 6 puntos, poniendo a los Colts arriba de los Seahawks 13-3 antes del medio tiempo.

Monday Night Football: Steelers vs Dolphins. 

Dolphins juega para evitar ser eliminado. Aunque les queda poca esperanza, una derrota pondría fin definitivo a la temporada. Por el otro lado, los Steelers se mantienen en la cima de la AFC North, pero una derrota hoy los dejaría empatados en récord con Ravens, haciendo el cierre de temporada más interesante para los ambos equipos. 

Y ya. Eso es todo el chanfle de hoy. 

Gracias por leerme, 

Eugenio

(Foto de portada: Jam Media)